El Río Duero nace en España, más concretamente en la Sierra de Urbión. Es el 2º río más grande de Portugal. Posee una longitud total de 927 km, aunque en territorio portugués solo mide 210 km a lo largo de los cuales es navegable, gracias a la construcción de 5 presas, que permitieron el canal de navegación del Duero.
A lo largo de su extensión, el Rio Duero proporciona paisajes de belleza sin igual. Uno de esos lugares es el Alto Duero Viñatero, donde se encuentra enmarcado el municipio Tabuaço, que fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Hablar del Duero no es solo hablar de un río o de una región, es hablar de toda su historia y de sus gentes que lo hacen tan especial. Conocer el Duero no puede ser solo visitar una región, sino partir al descubrimiento de un lugar singular, con historias, cultura, gentes únicas, todo aliado a magníficos paisajes naturales en perfecta comunión con el trabajo del hombre a lo largo de los años, que nos proporciona sentimientos y sensaciones únicas.
Este río que en tiempos fue estrecho y peligroso, trajo prosperidad a la región, ya que, a través del mismo se hacía el transporte del precioso néctar, el vino de Oporto. Antiguamente este río representaba un desafío peligroso para quien navegaba por él. Estaba repleto de piedras medio sumergidas y corrientes muy fuertes, y en esa época solo los pequeños barcos de madera (barcos Rebelo) conseguían navegar por él y transportar el vino desde el Valle del Duero hasta su desembocadura, en cuyos márgenes se sitúan en las ciudades de Oporto y Vila nova de Gaia, donde se encontraban las bodegas del vino.
Existen varias justificaciones para el origen del nombre "Duero". Una leyenda cuenta que era habitual ver rodar unas piedrecitas pequeñas y brillantes, posteriormente se descubrió que eran de oro, pero hay quienes defendían que el nombre se debe al color del barro de las aguas del río, y quien dice que este nombre deriva del latín "Durius", es decir "Duro" debido a la dureza de sus contornos tortuosos de escarpas altas y rocosas.
Ubicación: Tabuaço
A lo largo de su extensión, el Rio Duero proporciona paisajes de belleza sin igual. Uno de esos lugares es el Alto Duero Viñatero, donde se encuentra enmarcado el municipio Tabuaço, que fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Hablar del Duero no es solo hablar de un río o de una región, es hablar de toda su historia y de sus gentes que lo hacen tan especial. Conocer el Duero no puede ser solo visitar una región, sino partir al descubrimiento de un lugar singular, con historias, cultura, gentes únicas, todo aliado a magníficos paisajes naturales en perfecta comunión con el trabajo del hombre a lo largo de los años, que nos proporciona sentimientos y sensaciones únicas.
Este río que en tiempos fue estrecho y peligroso, trajo prosperidad a la región, ya que, a través del mismo se hacía el transporte del precioso néctar, el vino de Oporto. Antiguamente este río representaba un desafío peligroso para quien navegaba por él. Estaba repleto de piedras medio sumergidas y corrientes muy fuertes, y en esa época solo los pequeños barcos de madera (barcos Rebelo) conseguían navegar por él y transportar el vino desde el Valle del Duero hasta su desembocadura, en cuyos márgenes se sitúan en las ciudades de Oporto y Vila nova de Gaia, donde se encontraban las bodegas del vino.
Existen varias justificaciones para el origen del nombre "Duero". Una leyenda cuenta que era habitual ver rodar unas piedrecitas pequeñas y brillantes, posteriormente se descubrió que eran de oro, pero hay quienes defendían que el nombre se debe al color del barro de las aguas del río, y quien dice que este nombre deriva del latín "Durius", es decir "Duro" debido a la dureza de sus contornos tortuosos de escarpas altas y rocosas.
Ubicación: Tabuaço