El Puente de Espindo está formado por un solo arco de medio punto, apoyado en sólidos pilares que parten directamente de las orillas.
La anchura del vano [abertura] del Puente obligó a la elevación del arco y a la colocación del tablero en forma de caballete, o sea, de doble rampa, revestido en madera.
Es una construcción de granito con bloques de tamaño desigual, lo que contrasta con el conjunto regular de las dovelas [piedras que forman el arco] de buen diseño y ejecución.
El Puente de Espindo, de difícil datación, se asemeja, técnica y constructivamente, a un puente medieval.
En los puentes de la Edad Media se preocuparon más por los cimientos que en los puentes romanos y buscaron lugares más firmes para su construcción. Esto contribuyó a que los puentes medievales hayan resistido mejor al tiempo y a las inundaciones.
En uno de los extremos del Puente de Espindo se encuentran unas “Alminhas”, piezas religiosas asociadas a los antiguos caminos portugueses y a la protección simbólica de los viajeros.
Ubicación: Lousada