Monumento de Interés Público
Visitar el Palacio de Calheiros, o Paço de Calheiros, es como adentrarse en las páginas de una novela histórica. Situado en la ladera de una colina, esta casa nos ofrece unas vistas impresionantes de campos de viñedos y huertos. Sus exuberantes jardines, que cuentan con numerosas fuentes y chafarices, son una invitación a dar un paseo tranquilo. En la entrada, la escalera nos conduce a una capilla y al balcón. El interior de la casa solariega está totalmente decorado con elegantes muebles antiguos, tapices, cristalería y libros. Tampoco faltan retratos de la familia Calheiros, que siempre ha residido en el palacio actual. Construido a principios del siglo XVIII, el palacio sustituyó al edificio primitivo, que se remonta al siglo XIV. Sin embargo, alojarse en la casa ya no es un privilegio exclusivo de la familia: esta fue una de las primeras casas solariegas que se adaptó para el turismo. De ahí que cuente con una fantástica piscina con vistas panorámicas y una cancha de tenis, entre otros servicios que proporcionarán una estancia inolvidable. Vivir, aunque solo sea por un día, en el Palacio de Calheiros es sin duda una experiencia que jamás olvidará.
Ubicación: Ponte de Lima
Visitar el Palacio de Calheiros, o Paço de Calheiros, es como adentrarse en las páginas de una novela histórica. Situado en la ladera de una colina, esta casa nos ofrece unas vistas impresionantes de campos de viñedos y huertos. Sus exuberantes jardines, que cuentan con numerosas fuentes y chafarices, son una invitación a dar un paseo tranquilo. En la entrada, la escalera nos conduce a una capilla y al balcón. El interior de la casa solariega está totalmente decorado con elegantes muebles antiguos, tapices, cristalería y libros. Tampoco faltan retratos de la familia Calheiros, que siempre ha residido en el palacio actual. Construido a principios del siglo XVIII, el palacio sustituyó al edificio primitivo, que se remonta al siglo XIV. Sin embargo, alojarse en la casa ya no es un privilegio exclusivo de la familia: esta fue una de las primeras casas solariegas que se adaptó para el turismo. De ahí que cuente con una fantástica piscina con vistas panorámicas y una cancha de tenis, entre otros servicios que proporcionarán una estancia inolvidable. Vivir, aunque solo sea por un día, en el Palacio de Calheiros es sin duda una experiencia que jamás olvidará.
Ubicación: Ponte de Lima