La necrópolis de San Andrés de Algosinho, situado en la parte occidental de la aldea de Algosinho, cronológicamente puede asignar en el período histórico de la Edad Media.
Actualmente la necrópolis de San Andrés se compone de cuatro estructuras funerarias visibles.
En términos socioeconómicos, podemos deducir que las personas que fueron enterradas, en las estructuras excavadas en la roca, eran personas de prestigio dentro de su comunidad y las posesiones económicas. La construcción de este tipo de tumbas requiere mano de obra, mano de obra especializada, capaz de proceder a la construcción de una tumba en la roca. Las tumbas fueron posteriormente tapados por losas que podían contener algunas inscripciones.
En las costumbres funerarias de la Edad Media, se deben tener en cuenta la variedad de lugares donde se podían enterrar a los muertos. Estos lugares de enterramientos podrían estar en las propias casas, o en el cementerio de la parroquia, podrían estar situado junto a iglesias, monasterios o en lugares aislados si no había una iglesia (en los primeros siglos de la Edad Media) (Vicente Campos, 1997).
En el caso de la necrópolis de San Andrés de Algosinho, este se encuentra al lado de un camino, también fue práctica crear estos sitios de entierro junto a caminos, para que quien pase en los caminos pudieran rendir sus respetos al difunto.
Según la leyenda, que ha llegado a nuestros días a través de la oralidad, o de boca en boca, los antiguos refieren que existía en el sitio de la necrópolis de una capilla dedicada a San Andrés, sin dejar de ser notable, que el lugar de la necrópolis es denominado por San Andrés. Dicen que el San Andrés, que se encuentra en el altar mayor de la Iglesia de Algosinho, era la imagen que estaba en la supuesta capilla, que existía en el lugar de la necrópolis.
Podemos referir que durante la Edad Media, iglesias y capillas fueron construidas junto a necrópolis para santificar el área de las tumbas.
Ubicación: Mogadouro