El Monumento a la Justicia de Fafe, obra de Eduardo Tavares, fue inaugurado en 1981. Consiste en una estatua con la particularidad de representar a un hombre que golpea a otro con un palo. Se colocó en la parte trasera del tribunal de Fafe, insinuando que cuando la justicia oficial no funciona, se presenta la mano popular. La "Justicia de Fafe" es el símbolo que más caracteriza la ciudad. Hablar de Fafe es, para muchos, hablar de la "Tierra de la justicia" y consecuentemente del dicho "Com Fafe Ninguém Fanfe" (que nadie se meta con los de Fafe). Cuentan las personas mayores que esta tradición surgió cuando en las cortes del reino, un vizconde de Moreira de Rei llegó tarde a una sesión y al llegar un hidalgo que asistía lo insultó, considerándolo un villano. En el momento el vizconde ignoró los insultos, pero al final de la sesión, el hidalgo continuó criticándolo y le tiró los guantes a la cara. Le correspondía al ofendido elegir las armas y, cuando todos pensaban que preferiría espadas o pistolas como era habitual en el momento, el vizconde se presentó al encuentro armado con dos palos resistentes.
El hidalgo no sabía manejar un arma tan basta, pero el vizconde, experto en el arte del juego de palo, tradicional de la región, aporreó a su opositor. Lo que provocó que todos se echasen a reír a carcajadas al grito de "Viva la justicia de Fafe".
Ubicación: Fafe
El hidalgo no sabía manejar un arma tan basta, pero el vizconde, experto en el arte del juego de palo, tradicional de la región, aporreó a su opositor. Lo que provocó que todos se echasen a reír a carcajadas al grito de "Viva la justicia de Fafe".
Ubicación: Fafe