La Iglesia del Monasterio de San Pedro de Ferreira es uno de los monumentos más expresivos del románico portugués.
A finales del siglo XII, los canónigos de la Catedral de Oporto poseían los derechos sobre una parcela del Monasterio, perteneciendo las demás parcelas a algunas de las familias nobles de este territorio, como los Sousas [o Sousões] y los Maias.
La portada principal está insertada en un cuerpo pentagonal. Sus arquivoltas con perforaciones [alvéolos circulares] se han comparado con las de la Puerta del Obispo de la Catedral de Zamora, o bien con la Iglesia de San Martín de Salamanca, así como con soluciones decorativas del arte árabe de Sevilla, de la segunda mitad del siglo XII.
La Iglesia de Ferreira reúne alzados [fachadas] y motivos escultóricos provenientes de diferentes orígenes geográficos y talleres de canteros [pedreros]: Zamora-Compostela, Coimbra-Oporto y Braga-Unhão, destacando la representación de juglares [artistas], en uno de los capiteles de la capilla mayor.
Anexa a la fachada principal se conservan las ruinas de una galilea con función funeraria, de las que quedan pocos ejemplares en Portugal.
Subsisten además dos piezas funerarias: una tumba y la tapa de la sepultura con la estatua yacente del noble João Vasques da Granja, vestido de peregrino y sujetando un bastón [cayado].
Ubicación: Paços de Ferreira
