El Molino de Poldras, situado junto al Río Távora, es un lugar de rara belleza, donde podemos apreciar un paisaje natural ancestral.
Este sistema de molienda es un bellísimo ejemplar. Este es un patrimonio construido y cultural que con la llegada de industrias de molienda más rentables, con la construcción de la presa Vilar-Tabuaço y la inclinación de la cultura de los cereales, desaparecieron y fueron abandonados.
A pesar de ser una estructura pequeña, posee una ingeniería que tanto en el material utilizado como en el lugar donde fue edificado nos muestra que es una edificación muy antigua. Recuperado desde 1997, este molino mantiene intacta una identidad muy propia y característica de este local, la restauración emprendida devolvió a la estructura original el esplendor de otras épocas. Un testimonio que tenemos que conservar.
El molino se encuentra encajado entre dos piedras de gran porte que sirven de paredes al molino. Las otras dos paredes son de pizarra y el tejado es a un agua, cubierto de finas placas de pizarra.
El nombre de este molino se debe a la existencia de piedras clavadas en posición vertical, alineadas y distanciadas regularmente, para que las personas con el alcance de un paso firme y un cierto equilibrio consiguiesen una travesía segura, ya que la parte superior de estas piedras se trabajaba horizontalmente.
Ubicación: Tabuaço