El molino que vigila desde lo alto la localidad de Carrazeda siempre ha estado en el imaginario colectivo que se ha pasado los últimos 100 años acostumbrándose a ver una estructura muy antigua y aislada sobre la Fragaria, preguntándose su origen y finalidad. Entre los ancianos actuales, nadie recuerda un tiempo en que funcionara. A principios de los años 80, sin embargo, se recogieron importantes testimonios entre los ancianos del pueblo que nos ayudan ahora a comprender un poco de su historia. En el año 1900, Gonçalves Neves, originario de Oporto, decidió construir un molino de viento para reemplazar el antiguo molino de agua situado en la fértil meseta, junto a la 2 carretera hacia Fontelonga. El molino estuvo en uso durante 5 aproximadamente una década, moliendo el trigo de los campos colindantes. Las mujeres solían cargar el grano sobre sus cabezas por los estrechos caminos rurales que se elevan entre la maleza. Aquí, Damião Neves y su ayudante convertían el grano en harina, que después se embolsaba y usaba para dar de comer a la creciente población de la localidad de Trás-os-Montes. Poco se sabe del motivo por el que dejó de funcionar, se especula sobre la dificultad de operarlo y la imposibilidad de predecir el viento. Sin embargo, es cierto que este tipo de estructuras después se vieron reemplazadas por motores de vapor alimentados con carbón o motores diésel.
Ubicación: Carrazeda de Ansiães