Desde este privilegiado mirador, con 400m de altitud, se puede observar la zona en la cual se produce el encuentro montañoso de ambas márgenes. Las abruptas laderas van perdiendo inclinación a medida que nos aproximamos al río, permitiendo el establecimiento gradual de aldeas y campos de cultivo sobre los depósitos dejados por el Miño, transformados en superficies planas y fértiles. En la aldea de Pardelhas, establecida en medio de un fértil prado, se destaca la capilla de Santo Abedão, rodeada por la abundante vegetación ribereña, característica de este lugar, de donde sobresalen los Sauces cenizos y las Bétulas.
Ubicación: Vila Nova de Cerveira