La torre-fachada de la Iglesia no corresponde a las necesidades militares de aquel entonces. Para tal fin, servían los peñascos y los valles de dicho lugar que ayudaron a los cristianos a tomar el castillo de San Martín.
Así siendo, esta Iglesia, edificada en el siglo XIII, aunque sobresalga en el románico portugués por la excéntrica volumetría de su fachada, cumple aún hoy en día las funciones para las que fue construida, ya en tiempos de paz: la liturgia.
Su proyecto inicial era audaz, pero quedó incompleto. La inscripción con la fecha de 1217, descubierta en un sillar [piedra] de la capilla mayor, muestra el inicio de la construcción o la conclusión de una primera fase de edificación, manifestando así la hipotética idea de un templo con tres naves abovedadas. Delante de ella surge un arco triunfal apuntado y coronado por un óculo enmarcado.
Sin embargo, fue en la Época Moderna y, sobre todo, en el período barroco que la espacialidad de la Iglesia sufrió más cambios, siendo ejemplo de ello la capilla mayor, objeto de intervención bajo la responsabilidad de los patronos. Cabe destacar las pinturas del taller de los Maestros de Ferreirim (cerca de 1530), el trabajo de talla del retablo mayor [altar principal] de estilo “nacional”, y del techo de temática hagiográfica [vida de los santos].
Ubicación: Resende