El Crucero, compuesto de fuste, capitel y cruz, fue mandado levantar en el siglo XVIII, y su origen nos lleva a la Leyenda de Pretinho (negrito), según el que el Crucero pertenecía a la Casa del Palacio, hoy desaparecida, que estaba habitada por una familia noble que tenía un escudero de color, muy devoto del Señor del Crucero. Sin descendencia, la última de las hidalgas acabó muriendo, y el "pretinho" se quedó viviendo en el Palacio. Solo en la inmensidad de la casa, iba repetidamente al Crucero a rezar y a llorar por las señoras. Incluso en las noches en las que los chicos salían a las tardes de fiesta, cuando pasaban por el Crucero y veían al "pretinho" de rodillas, todos se callaban y respetaban su oración. Además, una mañana, el "pretinho" apareció muerto junto al Crucero, con manchas de sangre pero sin heridas visibles. Desde entonces, la leyenda popular dio al criado de las hidalgas fama de santidad.
Ubicación: Paredes de Coura
Ubicación: Paredes de Coura